Olivia sabe lo que quiere

Hace unos meses  una amiga me transmitía muy preocupada como su bebé, Olivia, sólo dejaba de llorar y se dormía en brazos de ella o su padre.
Cuanto mas leo e investigo mas segura estoy que lo intuitivo y el sentido común son las dos señales a las que primero debo prestarle atención. Mucho más que a ciertos libros, estudios y grandes teorías. Cuando un bebé llora lo primero es cogerlo en brazos. Para calmarlo, saber qué le sucede y satisfacerlo. Pero que pasa si “no le pasa nada” nada más que querer estar entre los brazos de su madre, padre o cuidador. Estando allí se relaja y baja el stress. La solución intuitiva y de sentido común, funciona. Frente a esto aparecen los estudios y teorías a las que me refería. Puestos en boca de todos las personas que rodean a este bebé: “no lo cargues  tanto que se va a acostumbrar”, “déjalo que llore para que se haga fuerte”. Es en  ese momento cuando los padres empiezan a dudar de todo. ¿Será verdad ?, si lo dice tal o cual debe ser cierto. ¿Y si me estoy equivocando y ya luego mi hijo se acostumbra al cariño? ¡Uf, que problema!. Y si se da cuenta que cada vez que me necesite, estoy.
Para sostener el impulso y la intuición de llevar en brazos al bebé podemos  ampliar  la información y leer  uno de los estudios que publico la Red Canguro Donde lo  explica muy  bien  el artículo  de Elizabeth Antunovic . Una vez leído esto, podremos decir “Claro, si es lógico y natural”.
El nacimiento no es el fin de la gestación,  es una interrupción de la misma. Continúa fuera de otra manera y por necesidad de la naturaleza. Si la cabeza del bebé siguiera creciendo en el útero al ritmo que lo hace en los tres últimos meses seria imposible llevar adelante un parto vaginal sin que corriera riesgos la vida de la madre y el niño. La naturaleza que es sabia y el bebé mas, comienza el trabajo de parto cuando así lo siente.
Manteniendo la proximidad constante con su madre el bebé comienza  la gestación externa para continuar el proceso de maduración. Cargar a nuestro bebé los primeros meses no sólo les da la calma a ellos, también nos da placer a quienes dejamos que se duerman en nuestros brazos. Se produce una carga de energía y amor infinito que difícilmente volvamos a encontrar en otras situaciones de nuestra vida. 

1 comentario:

  1. Hola! También yo lo siento así, Carolina.Intuición y sentido común, el más completo kit de madre que se me ocurre. Escuchar a la beba, la bebé nos lleva, creo que siempre, a acercarlo a nosotras, a la fuente a amor. Y me gusta mucho leer en otra mamá aquello que yo siento: que es un enorme regalo de la vida disfrutar de la cercanía de mi pequeña en la cama, sobre mi pecho, a la teta, en mis cansados brazos y en mi dolorida espalda, ahora que ha crecido. Pienso que la vida, a veces, duele...Y no pasa nada: yo lo elijo e intento paliar el dolor, ¡no hay sufrimiento!

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