Viendo hace poco un debate por
televisión en el Congreso de los diputados donde se enfrentaban la
Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y la portavoz del grupo socialista en
el Congreso de los diputados Soraya Rodríguez, preferí poner en silencio y continué mirando la pantalla muda. El lenguaje
corporal dice mucho mas que tanta discusión basada en el lamentablemente habitual “Y tú más” de los políticos.
Eran dos leonas, sin hacer distinción de contenido parecían discutir de lo mismo,
como si la imagen muda también la tuvieran cada una de ellas mirando a la otra.
Tienen mucho en común. Ambas han
nacido en la misma ciudad, Valladolid. Han estudiado en el mismo instituto Zorrilla. Sus trayectorias en la
política son largas y de permanente ascenso y la maternidad la llevan a la par
de sus carreras políticas.
Los seres humanos a grandes
rasgos y sintetizando somos hombre testosterona y mujer progesterona. Y la
denominada hormona del amor, la oxitocina. La que cumple un rol importante en el
comportamiento social, provoca bienestar y tranquiliza, entre otras tantos
beneficios. Es considerada una mediadora y controladora en el comportamiento
humano. Juega un papel fundamental en los vínculos y la empatía. En las hembras
los niveles son mas altos mientras que en los machos de cada especie pueden
provocar conductas agresivas y de competición. La cantidad de oxitocina que
pueda liberar la mujer en el parto dependerá del ambiente que la rodee. El
baile de hormonas son la llave que
nos permiten tener un parto pleno. Si dejamos que fluyan, la naturaleza hace su
trabajo. También nos transformamos en leonas al parir y nos toca hacerle frente
a las dificultades, en lamentables casos la pelea es con el personal sanitario
por no respetarnos en los deseos de cómo dar a luz pero en otros la lucha es
con nosotras por superar el dolor y transformarlo en amor y bienvenida para ese
nuevo ser.
La duda que me quedó después de
ver este video fue si la oxitocina estaría presente en estas dos mujeres, que
han parido y ya han podido experimentar sus efectos en primera línea.
En su teoría de las cuatro mujeres , Erika Irusta pedagoga feminista
, dice :
“……..hay cambios brutales tanto
neuronales, como hormonales. Mentalmente y emocionalmente también cambias. Te das
cuenta de que viven más personas dentro de ti. De ahí parte mi teoría de las
cuatro mujeres. Depende de las fases del ciclo menstrual, que son cuatro:
Preovulatoria, antes de que ovules; ovulatoria, cuando ovulas; premenstrual,
después de ovular y antes de la menstruación; y el menstrual, cuando tienes la
menstruación. Cada de una de esas fases la gobiernan diferentes hormonas
sexuales, que bañan a las células neuronales, por lo cual tu cuerpo no sólo es
otro físicamente, sino también tu mente es otra y tu estado anímico es otro.
Esto no se enseña.En momentos de crisis, uno necesita
mujeres premenstruales, porque reivindican y luchan además de que es una fase
muy creativa, a la vez que muy destructiva pero porque se tiene que crear.
Además cada una tiene una lívido muy diferente dependiendo de las fases."
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