Este fin de semana se realiza el congreso de la Asociación nacer en casa Jornadas del 25 aniversario.
Desde hace unos días voy preparando mi mente y corazón para abrir y dejar que entren las experiencias y los conocimientos de toda la gente con la que compartiré el fin de semana.
Los mamíferos cuando van a parir buscan un sitio y se
alejan del entorno que les puede
llegar a ser hostil. Buscan un ambiente
de intimidad. Tomando de ellos lo mejor como aprendizaje, podemos pensar en
algunas premisas importantes y así evitar elementos que entorpezcan el proceso
del parto. Procurar luces tenues, rodearse de personas que sepan llevar un
lenguaje corporal y de respeto. (El inadecuado lenguaje verbal puede
generar preguntas incómodas que
nos estimulen el neocórtex).
Pero
ante todo la intimidad para no estar pendiente de lo que sucede a nuestro alrededor.
Estar seguras que la primera hora con nuestro bebé será
respetada y podremos tener ese momento del piel con piel, permitiendo la
llegada de la impronta: la aparición de las estimulaciones donde madre y bebé se reconocen y aceptan. Se
establece el vinculo afectivo. Lo que Michel Odent denomina “cóctel de hormonas
del amor”.
Cualquiera sea la decisión debe ser personal y en base
a información y de libre
conciencia. La sensación de intimidad se logra en un espacio que nos resulta
familiar, si estamos mirando centros hospitalarios es positivo participar de
las reuniones que allí se dan.
Nuestra casa estará donde podamos sentir que estos puntos
básicos se pueden llevar adelante con respeto y cariño.
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