Somos mujeres,
trabajadoras,
profesionales.
Luchadoras incansables.
Somos mujeres,
en el hogar, en la calle,
en los colegios
y en el congreso.
Hacemos política,
criando y participando.
Somos mujeres,
haciendo tribu.
Algunas elegimos ser madres.
Trabajamos por vocación,
pasión y compensación.
Somos mujeres,
luchamos por la visibilidad
y el respeto de nuestros derechos.
Conjugamos trabajadora con maternidad.
Somos mujeres,
tías, primas, hermanas, abuelas.
Cuidamos de los hijos de otras y otros.
Somos protagonistas activas en la constitución de esta sociedad.
Para los que aún no se han dado cuenta: estamos cambiando el mundo.
Embarazados
Noche de estreno en la Gran Vía Madrileña, ir al cine un miércoles puede ser un milagro o un eclipse de luna. Anoche no fuimos a cenar ni de copas, tocaba volver pronto a casa para terminar un trabajo. La película Embarazados me saco unas carcajadas y algunas reflexiones de como nos ven los demás a las mujeres y/o parejas que transitamos el camino de la reproducción asistida. Me acordé de una entrada que había escrito hace un tiempo .
¿De que hablábamos hace diez años atrás?
Nos fuimos a cenar, ya de madrugada a tomar una copa por el barrio de Malasaña. Caminábamos conversando, y siguiendo al grupo llegamos a la zona de bares. En petit comité cuatro mujeres de promedio 38 años, algunas unos pocos más inclinando la edad a cuarenta y tantos. Veníamos conversando de parejas rotas, nuevas conquistas y segundas vueltas. Valoramos la excitación y el reconocimiento de sentirnos deseadas más que el objetivo en sí de la conquista. De cuáles son las expectativas en una nueva pareja después de dejar atrás una convivencia de una década. Todas nosotras profesionales con vocación clara aunque no siempre bien remunerada y contínua. La conversación fue llegando al gran tema: los hijos. Estábamos en la puerta de “La vía láctea”, mítico local de la movida madrileña. Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche. Así lo afirma la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera. Cuatro diosas contemporáneas preguntándonos si de nuestros pechos la leche se derramaría algún día. A decir verdad solo una de las del grupo ya es madre y soltera por decisión propia. Intuyo que este dato animó a las otras mujeres abordar el tema con más libertad y esperando de la madre del grupo un punto de vista distinto que equilibrara las dudas, que esa noche el universo nos planteaba. El gran dilema era si el envejecimiento natural de los óvulos y la no estabilidad de una pareja no estarían presionando la incorporación a una maternidad entrañable y gozosa. A las dos de la madrugada estábamos dentro de la vía láctea con una música imposible de bailar y rodeadas de gente con copas en la mano, hablando de congelar óvulos.
Volvimos caminando por la Gran Vía. Hace muchos años que no lo hacía. Me pregunté al llegar a casa, de qué hablábamos hace diez años, en estas mismas noches donde salíamos de copas y el universo éramos nosotras.
La Adopción
"La adopción" Una película perturbadora, tanto como ser testigos de la intimidad del dolor, las miserias y
los deseos , sin ser vistos. Una relación de pareja descripta como solamente lo
puede hacer quien la ha transitado. Nos muestra las diferencias en la búsqueda
de un hijo entre un hombre y una mujer. Maternidad y paternidad, dos caras de una
misma moneda. Como esa búsqueda por momentos puede sostener una relación de
pareja con el solo pretexto
egoísta y amoroso de lograrlo. Una obra de arte que pone a la luz el precio emocional y económico que se paga por
llegar a la maternidad. Un sinfín de desgaste en tratamientos, y luego la
burocracia súbdita de la corrupción. Una obra de arte, de esas que pasan por el
cuerpo y alma de los espectadores.
Comparto un análisis imprescindible
desde otro punto de vista de Elvira Lindo
Lo mejor de la cocina de la abuela era la abuela
Estos días una amiga se despedía antes de sus vacaciones
con un mensaje donde me decía, “camino a mi descanso ¡con ganas de que me
cocinen!” Me pareció un resumen perfecto para ejemplificar lo que podemos
necesitar en momentos de mucho cansancio y agobio. Ella ha sido madre hace
cinco meses y ya sabemos lo agotador que puede resultar compatibilizar los
primeros meses de crianza con la logística de la casa. Ya saldrán quienes me
digan: bueno no es para tanto todas nuestras madres lo han hecho y sobrevivieron.
Sí, es cierto y nosotras también, pero cuánto mejor si podemos recibir una
ayuda y hasta como un regalo del cielo que alguien nos quiera cocinar por unos días. En un artículo muy interesante que publicó
Mikel Lopez Iturriaga en El País Cocinar es revolucionario nos mencionaba a Michael Pollan, quien decía: “la cocina ha sido una
actividad crucial para el hombre: su aparición significa el inicio de la
cultura y la ruptura definitiva con nuestro pasado animal. La cocina nos hace
humanos. ¿Por qué entonces la estamos abandonando?”
Sin necesidad de abandonarla podemos delegarla en unas manos
cariñosas por unos días.
Mi primer mes después de parir otra amiga, pasó por casa, sólo tocó el timbre y me dijo: “no vengo a
quedarme, sólo quería dejarte estos cinco tuperwer con comida congelada para
que no tengas que ponerte a cocinar”.
Me supo a gloria cada vez que pude saborear cocina casera sin tener que
hacer la compra y ponerme a la tarea. Con el privilegio que esos manajres son fruto de lo que ella hace
por arte y oficio en Gastrolamas http://gastrolamas.blogspot.com.es/ . La semana pasada tuve la suerte
de estar unos días con mi niña en la playa y el placer de disfrutar que
me cocinaran. No es lo mismo ir a comer fuera que estar entre fogones relajados
acompañando al chef con una agradable conversación, poniendo la mesa y ser
testigos de ver como los alimentos
pasan de crudo a cocido .
Son pequeños gestos que se
transforman en trascendentales cuando nuestra energía está puesta al servicio
de nuestro bebé. Nos permiten relajar y destinar esas horas al disfrute de un
buen baño en el mar, las caricias propias y ajenas, o la contemplación de un paisaje.
Mi deseo para estos días de
vacaciones es “que les cocinen rico”. Y como decía Andoni Aduriz, "lo mejor de la cocina de la abuela era la abuela"
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