Apostar por la vida le da sentido a la revolución


Cada día cuando llevo y voy a buscar a mi niña a la guardería, me gusta ver a los adultos que van por sus niños, a los padres, abuelos y cuidadores. Se respira mucha alegría, pero no puedo dejar de pensar en las mil historias que hay detrás de cada uno. Sin duda son tiempos difíciles, no estoy diciendo nada nuevo. Pero soy una convencida que esto nos tiene que fortalecer y afirmar en nuestra decisión, la de concebir y criar en este contexto. Sin duda la maternidad nos da mucho más de lo que nos quita. Nos pone desafíos por delante. Para ser ejemplo y cambiar lo que no nos gusta. Es una  oportunidad que no podemos dejar pasar. Nuestros hijos nos regalan la posibilidad de mantener contacto físico sabiendo que esto estimula su desarrollo, los activa en las relaciones sociales, la inteligencia y su memoria emocional la que en su vida de adultos les será una herramienta de mucho valor. Nos obligan a predicar con el ejemplo, en cada semáforo, con el ejercicio del reciclaje y el saludo a quienes nos rodean. Nos ayudan a perder la vergüenza y sacar las telarañas de nuestras risas. Zambullirnos entre libros y disfrutar de la lectura como hábito deseado y adquirido.
Aunque en la adversidad llegamos a pensar que esta lucha seria mas fácil sin ellos. Es una solución con trampa, porque esta lucha no tendría sentido sin ellos. 

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Para mí lo de "el pan bajo el brazo" se cumplió, aunque sea un pan metafórico. Gracias por este post

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