El
fin de semana estuvimos de asamblea, de granja y de barro hasta las orejas. Fue
le encuentro anual donde nos
reunimos las asociadas de madres solteras por elección MSPE para evaluar el año
que paso y establecer objetivos de trabajo para el próximo. Seguir trabajando para lograr una ley de familias monoparentales. También una excusa más para encontrarnos y compartir, un
espacio de autogestión
donde practicamos la tolerancia y convivencia criando en igualdad, con una
clara sensación de estar
construyendo el mundo que queremos para nuestros hijos. Dándole
visibilidad a nuestras familias. Con diferencias que nos aportan y desafíos
que nos ponen dificultades como
puertas giratorias.
Fuimos llegando, el viernes por la tarde
lluvioso después de la
jornada laboral y escolar, algunas con previa cita al dentista, reuniones
extras de trabajo o teniendo que tomar carretera de 500 km. Una caravana de
coches cargados de bolsos con muchas cambios de ropa previendo el mal tiempo,
viandas, carritos y muchos niños.
Participamos 65 familias haciendo un total con niños de 132 asistentes. Actualmente en la asociación somos mas de 500 en el ámbito nacional.Ya había comenzado la fiesta a la que si estábamos invitadas, nuestro encuentro. Por la noche después de la larga jornada de trabajo en la asamblea y de juegos entre patos, caballos y mucho pero mucho barro se formo el fogón y la tertulia. A medida que los peques se iban durmiendo aparecíamos y nos íbamos incorporando. Uno de los temas que salió en la asamblea y que lo continuamos en la madrugada fue el de la necesidad de hacer un estudio interno en la asociación para conocer el perfil de las madres solteras por elección.
Muchas veces nos preguntamos como nos ven los
demás. Las otras mujeres,
los compañeros de trabajo,
las personas que están con
nuestros hijos en la escuela, la familia o los medios de comunicación. La sociedad, en definitiva.
Reflexionamos sobre cómo era que se estaba formando nuestra imagen y cuánto
somos nosotras responsable de ello. Esa imagen presente será a
futuro la mirada de nuestra prole. Hoy son sus amigos los que les preguntan, la
reacción y respuesta de
ellos dependerá de como
hemos sabido transmitirlo.
¿Una
mujer que decide ser madre sin pareja y criar en solitario, tiene que tener una
predisposición especial
para ello?¿Este tipo de
mujeres, nacen o se hacen?
¿Somos mujeres que por nuestra
situación llevamos la
maternidad de forma diferente?
En el plano funcional ser el único adulto de la casa que
sostenga económicamente el
hogar hace mas difícil
conciliar, sin duda. Ya no es fácil
cuando son dos adultos. Tomamos decisiones unilateralmente en relación a la crianza. Aunque por
momentos esto es una gran ventaja,
nos limita el margen de error. La ausencia del adulto al final del día con quien debatir decisiones
o dividir tareas suele hacernos la carga mas pesada, pero a la vez esa realidad
de soledad es palpable y visible aportando gran ventaja a la hora de evitar
frustraciones. Si pensamos emocionalmente, elijo quedarme con un resumen que
me une a el resto de las madres: somos mujeres que sentimos a nuestros hijos
como lo mejor que nos pudo haber
sucedido en la vida.